INGREDIENTES (1 RACIÓN):
- 6/8 rabanitos
- 1 diente de ajo
- 2 filetes de anchoa
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 limón
- mezcla de lechugas con hoja de roble, canónigos, rúcula y lechuga morada ( o lo que queráis pero que no falten ni los canónigo ni la rúcula)
- aceite de oliva virgen extra
- Precalentamos el horno a 220º C.
- Lavamos los rábanos y les hacemos un pequeño corte. Los embadurnamos con aceite de oliva y los ponemos en una cazuelita de barro para horno. Los asamos durante unos 20 minutos (depende de vuestro horno). Ir removiendo hasta que estén asados.
- Mientras en un cazo ponemos a calentar la mantequilla (fuego mínimo) hasta que se deshaga. Ahora es el momento de añadir los filetes de anchoa previamente troceados junto al diente de ajo partido en dos. Con ayuda de un tenedor de madera y el fuego al mínimo vamos deshaciendo las anchoas hasta conseguir que la mantequilla vaya cogiendo el color marroncito de las anchoas.
- Una vez tengamos las anchoas deshechas, retiramos el ajo y añadimos unas gotitas de limón.
- En un plato disponemos la mezcla de lechugas, encima los rábanos asados y ahora ya lo cubrimos todo con la mantequilla de anchoas.
Una ración única y singular, una forma diferente de comer rábanos, al principio pensareis lo mismo que yo ¡rábanos asados!!! pero si os gustan crudos también os gustarán asados, os lo aseguro. Imprimir Imprimir
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